sábado, 14 de mayo de 2016

V Aniversario

Esta semana ha tenido lugar un acontecimiento de gran relevancia histórica, al decir de sus protagonistas: la fusión de Izquierda Unida con Podemos, con la aspiración de convertirse en la mayor fuerza política que represente a la izquierda de nuestro país por delante del PSOE, y hasta el gobierno del “cambio”. El pacto se escenificó en la Puerta del Sol de Madrid. Ni Pablo Iglesias ni Alberto Garzón se han resistido a considerarse herederos del movimiento de 15M surgido allí mismo hace 5 años.
Sin embargo, el recuerdo más vivo de lo que allí presencié yo entonces lo constituyen las continuas asambleas que se celebraban para buscar soluciones a los problemas de la ciudadanía, que luego se extendían al resto de las ciudades, a los barrios, a los “círculos” en los que se quisiera promover la democracia “real” o directa. Pero aquello pronto se desvaneció y dio paso a un vertiginoso afán, por parte de los promotores de tan extraordinarias movilizaciones, de constituir nuevas formaciones ideológicas que recogieran toda la fuerza de las mareas que se estaban produciendo.
Constituyendo, a partir de ahí partidos que han alcanzado las alcaldías hasta en capitales de provincia y la presidencia de comunidades autónomas, incluso habiendo podido formar una coalición que trajera consigo un nuevo gobierno en nuestro país (evitándose las nuevas elecciones que tendrán lugar el próximo 26 de junio), los nuevos dirigentes han tenido una oportunidad excepcional para devolver la voz al pueblo que se la dio, o al menos consultar sobre cada una de sus acciones más importantes. Pero para lo único que han promovido debates o han realizado consultas (y solo a sus afiliados), ha sido para verse reafirmados como líderes y para formar coaliciones entre ellos, mostrándose a cada momento empeñados sobre todo en alcanzar las mayores cotas de poder posible para gestionarlo después como consideren más oportuno.

En consecuencia, este que se ilusionó y creyó que era posible una nueva forma de hacer política, a tenor de los acontecimientos, se ha ido viendo cada vez más decepcionado. Y sigue pensando que no, que no nos representan. Y continúa convencido de que la mejor acción en este sentido es la que surge del diálogo entre las personas (debidamente informadas y  cuantas más mejor), y que la toma de decisiones siempre ha de hacerse a partir de los resultados del mismo. 
Hay que seguir intentándolo.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Una Segunda Transición



Hoy, el día después de las Elecciones generales de 2015, quiero pensar que sus resultados han traído consigo un precioso escenario político para el futuro de nuestro país.
Quiero pensar que nuestros representantes políticos van a tomar buena nota de que el sentir de la ciudadanía es más plural que nunca, y van a asumir que con la lógica de la confrontación que se ha impuesto en los últimos tiempos, en lo sucesivo va a ser prácticamente imposible desarrollar acciones de gobierno. Quiero pensar que van a darse cuenta de que lo más necesario a partir de ahora es sentarse a dialogar mucho y buscar propuestas que satisfagan a todos, para las que todos también tendrán que ceder en parte.
Quiero pensar que la palabra que más se va a utilizar en política es “consenso”. Y que se tendrá como modelo lo que en nuestro país se llegó a lograr en 1978. Y que incluso puede que seamos capaces de llevar a cabo algo así como una Segunda Transición.

viernes, 15 de mayo de 2015

La herencia



Ha pasado un año desde mi anterior publicación en este blog. Los árboles de los que hablaba en ella han crecido, si bien aún no dan toda la sombra esperada. Y sigo muy ocupado con las demás responsabilidades cotidianas. Pero el principal motivo de mi dilatado silencio no es ese sino, más bien lo poco que me siento atraído por el panorama político a fin de pararme a comentarlo. Sí hay una proclama que he leído hoy en la prensa y que ayer oí en algún telediario que me ha ayudado a salir del letargo, aunque también es verdad que tenía puesto el despertador para asistir a la celebración del cuarto aniversario del 15M: la de que Podemos es la formación que se considera legítima heredera de aquel movimiento. Vaya por delante que si hasta ahora no me he pronunciado por el partido que ha supuesto una revolución sin precedentes en la política española, ha sido no tanto a la falta de estímulo de la que hablaba al principio cuanto a que todavía no tenía clara mi postura al respecto. Pero a medida que han ido transcurriendo los meses, se me han despejado las dudas y a estas alturas, si quiero decir ya algo, encauzándolo a través de la siguiente pregunta: ¿Dónde estaba ayer el señor Iglesias? No se le vio por la Puerta del Sol, cantando el cumpleaños feliz con el escaso centenar de personas que sí se congregaron el lugar del más que simbólico nacimiento. Tampoco estuvo, por ejemplo, aquí en Villena, intentando reactivar uno de los muchos “círculos” que se han apagado con el paso del tiempo (habiéndole pedido Monedero, quizás el más importante ideólogo de la formación, al retirarse hace una semana, que prestará más interés a las bases que fueron la fuerza originaria). Estuvo en Valencia, en un acto de campaña electoral, con “Cambio de tono –Tal como él mismo confesó- porque en la Universidad me transformo, no es el espacio para los mítines”.
Y eso eslo que más me llama la atención del promotor de La Tuerka: su capacidad de adaptación, o lo que es lo mismo, la habilidad que ha demostrado tener para moldear el discurso en función de quien está delante… o de la circunstancia. Unido a esto, también me ha sorprendido ver junto a él, ocupando un puesto de relevancia en el aparato de la Comunidad, a una persona a la que conocí hace algún tiempo, de la que tan sólo diré, como profesional de la enseñanza, que no me representa. En fin, que veo en la que muchos consideran la esperanza en las próximas elecciones, a una formación que se ha vuelto cada vez más personalista. Si a esto le unimos el ideario sobre el que se asienta y la falta de definición de su programa en muchos aspectos esenciales, creo que habrá que seguir esperando la llegada de nuevos lideres que sepa acaudalar más adecuadamente el espíritu de la Spanish Revolution.
Del resto de fuerzas políticas, mejor no hablo, porque  considero que al final, unas y otras están desarrollando el mismo juego: el del hacerse con todos los votos  posibles para repartirse luego el poder. Cierto es que la declaración de intenciones expresada por la otra gran novedad que es Ciudadanos, supone algo de aire fresco en la más que viciada atmósfera que, tras los últimos escándalos se estaba haciendo irrespirable como nunca. Pero prefiero esperar a ver si desemboca en una auténtica corriente regeneradora o si amaina y se torna calma chicha. A Rosa Díez, le deseo ánimo para que aguante su tempestad.
Para terminar, mi abrazo a todas aquellas personas con esa buena voluntad de la que hablaba Kant, que hace cuatro años se levantaron y empezaron a quitar piedras en un camino por el que todos podríamos caminar encontrándonos mejor con un bello horizonte a lo lejos.

jueves, 15 de mayo de 2014

In memoriam

Me resisto a pensar que ya no queda nada de todo lo que aconteció aquel 15 M de 2011 y en los días posteriores. Por más que hoy, cuando se cumple su tercer aniversario, no se vea por ninguna parte una convocatoria de manifestación o asamblea, aunque solo sea a modo de recordatorio, sigo creyendo que hay un rescoldo que desde entonces no se ha apagado. Este blog, que se gestó con motivo de la ocasión, podría dar testimonio de ello. Bien es cierto que últimamente no ha tenido actividad. Se ha impuesto una realidad cotidiana que dicta tener que trabajar más y más (¡y contento!), realizar cursos y cursos de formación, atender las responsabilidades del día a día y en fin, hacer más y hablar menos. Pero también es verdad que en esa realidad se incluye, en mi caso, que planté unos árboles en una pieza a las afueras de la ciudad, y que dentro de poco espero poder disfrutar ya de su sombra en tardes de primavera como esta, y también espero para entonces estar menos ocupado con otros menesteres y poder sentarme a escribir de nuevo, y compartirlo con otras muchas personas que están ahí y que se sienten al respecto como yo.  Y  en algún momento surgirá otra llama que nos haga ver claramente que es posible continuar intentando construir un mundo mejor.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Carta- huelga a Wert

Soy profesor. Y puedo asumir que con la crisis económica que estamos viviendo tenga que ver mi salario congelado (por cuarto año consecutivo) y recortado (hasta haber perdido casi un 30% de poder adquisitivo desde 2008). También entiendo que haya que ser más productivos que nunca, o sea, trabajar más horas y con un mayor número de alumnos en cada grupo.  Lo de los recortes en el presupuesto destinado a la educación pública, mientras que se incrementan las ayudas a la privada y la concertada, lo llevo peor. Por lo demás, soy de Filosofía y considero discutible, por ejemplo, que la asignatura que impartimos en 2º de bachillerato tenga que ser obligatoria en todas las modalidades. El problema es que el señor Wert no se ha sentado a explicar, entre otras muchas cosas, su decisión de que sea optativa con nadie. Mientras que sí ha tenido reuniones con representantes de la Iglesia para abordar la situación en la que queda la asignatura de Religión Católica en su nueva Ley, la LOMCE. De hecho, han decidido que esté presente en todos los niveles de la Enseñanza Primaria y Secundaria Obligatoria y que tenga el mismo peso a la hora de hacer media en el expediente que las matemáticas, las lenguas, la Historia, las Ciencias, etc. Lo han acordado a costa de eliminar la materia de Educación para la ciudadanía y los Derechos Humanos, pese a que el Consejo de Europa, en el año 2002, estableció que es esencial para promover principios como la libertad, la tolerancia y la justicia, que contribuyen al sostenimiento de la democracia, recomendando a los Gobiernos de los Estados miembros que hagan de la educación para la ciudadanía y los Derechos Humanos un objetivo prioritario de sus políticas y reformas educativas. Lo peor es que intente convencernos de que con medidas como ésta conseguiremos mejores individuos y estaremos sentando las bases de una enseñanza de mayor calidad, más competitiva y acorde con lo que exigen las sociedades contemporáneas.
Señor Ministro, ¿Se da usted cuenta de lo que dice? ¿Se lo cree, de verdad? ¿No tiene algún asesor o alguna asesora por ahí que le cuente cómo se consiguen buenos  resultados en el rendimiento académico en los países desarrollados sin descuidar la formación integral de las personas?
Aparte está el tema del incremento de las tasas universitarias, frente a la cuantía de las becas: con los 3000 euros que se pueden conseguir (la matrícula rondará los 2000) ¿Qué tipo de familias podrán permitirse que sus hijos se vayan a estudiar fuera, teniendo que pagar material académico, habitación, comida, desplazamientos…?
Señor Wert, hoy tiene convocada una nueva huelga por parte de la Comunidad Educativa. Sea cuál sea el índice de participación en ella y todo lo que se le intente transmitir a través de la misma, usted va a seguir haciendo oídos sordos, porque ha demostrado sobradamente tener un carácter dictatorial y piensa que su Ley es la mejor, no necesita ninguna modificación y puede llevarla adelante sin contar con apoyos fuera de su grupo político. Yo voy a secundarla, con todo lo que eso significa en el marco de la Historia del movimiento obrero y de la conquista de la dignidad humana. Algún día, probablemente muy pronto, dejará de ser Ministro y pasará a los anales como el más cuestionado en su cargo desde que se produjo la Transición en nuestro país, mientras que yo, y muchos cientos de miles de personas como yo, no dejaremos de sentirnos orgullosos de ser educadores; y habrá padres, madres y alumnos de muy distinta condición social que continuarán parándonos por la calle para agradecernos nuestro trabajo, y seguiremos disfrutando cada día hasta que nos jubilemos intentando mejorarlo, pese a que haya políticos como usted que se consideran nuestros representantes, que no hacen más que estropear los logros que personas mucho más sabias y humildes que ellos han traído a la Humanidad a través de los tiempos.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Complejos

Este agosto he disfrutado de tres semanas de vacaciones familiares. Primero, en tierras burgalesas, con sus verdes arboledas, campos ocres, calor durante el día y frescor en la noche, entre otros encantos culturales y gastronómicos que bien saben apreciar peregrinos y forasteros. Después, he viajado a París y los Alpes franceses. Tanto la Cité (en la que ya había estado varias veces), como las altas montañas que se alzan junto a la frontera de Italia y Suiza, han satisfecho, por distintos motivos, mis expectativas. A partir de ahí, dos cosas han vuelto a llamarme sobremanera la atención. Una: lo caras que son sus autopistas (con infinidad de tramos en obras o firme en mal estado y retenciones mayores que las que jamás he tenido que soportar para entrar en una capital española), así como todo lo que se ofrece a los turistas (sin contar con Eurodisney, cuya entrada de un día en su parque principal, más el desplazamiento de cuarenta minutos en tren desde el centro, para dos adultos y dos niños, alcanza los 300 euros). Aunque para “sablazo” el de 40 euros que te propinan al cruzar la aduana si quieres entrar a conocer Ginebra (una ciudad que en un domingo de agosto tiene cerrado el edificio de la ONU en el que se exhibe la famosa cúpula sobre los Derechos Humanos de Miguel Barceló y las oficinas de información, pareciendo una ciudad fantasma –y de fantasmas, conduciendo Ferraris, Porches o Rolls Royce por calles sin gente repletas de joyerías de lujo, cuyos clientes deben de ser los mismos que tienen cuentas en bancos que hacen gala de su opacidad de cara al fisco, con dinero de más que dudosa procedencia-). Dos: lo agradables y detallistas que son los franceses (al menos, cuando te diriges a ellos en su lengua y buenos modales –habiendo hecho previamente unos cuantos gestos a tus niños para que dejen de hablar tan alto, que allí nadie lo tiene por costumbre, y de comportarse, en comparación con el resto, como pequeños salvajes-).
En conclusión, que de regreso a casa he pensado que aquí, salvo algunas excepciones, tenemos unas vías de comunicación, al menos las más transitadas, envidiadas hoy por hoy en el país vecino, como pusieron de manifestó unos amigos bretones que vinieron a vernos en julio. También, que los precios que damos a los visitantes (incluyendo los de los parques temáticos, en los que no tienes que hacer colas tan largas las que se producían en el ya citado) son mucho más módicos y apetecibles. Y, en consecuencia, que puede que seamos demasiado críticos con nuestras infraestructuras y la manera como promocionamos el turismo. En fin, que quizás lo que nos pierde un poco son las formas. En Annency, una bonita localidad al pie de un lago, una noche cenamos en un terracita con servilletas de papel, tiempo de espera entre plato y plato y olor a fritanguilla proveniente del cuchitril en el que se cocinaba. Muslo de pollo con pommes de terre frites para los críos a 15 euros por barba. Pero el camarero, al traernos la cuenta, nos agradeció dos o tres veces nuestra visita, nos preguntó qué tal estábamos pasando las vacaciones y nos deseó un buen final de las mismas, todo ello con un amplio repertorio de gestos placenteros. Nos fuimos contentos y dejando propina.

¡A ver si esta noche nos ganamos la posibilidad de volver a demostrar a todo el mundo, con la organización de las Olimpiadas de 2020, lo bien que sabemos hacer las cosas!

martes, 14 de mayo de 2013

Feliz cumpleaños

Probablemente no volveremos a ver la Puerta del Sol tan repleta de gentes, ni las manifestaciones en las principales ciudades serán tan multitudinarias como hace dos años. Se hablará de escisiones, fragmentación, desinflamiento… Pero yo prefiero pensar que la explosión inicial del movimiento 15M se ha transformado, con el paso del tiempo, en otro tipo de energías que están dando lugar a fenómenos de carácter político no menos interesantes. Me refiero a las mareas (verde por la Educación -que recientemente llevó a cabo una huelga en todo el sector educativo de nuestro país-, blanca a favor de la Sanidad, negra contra los recortes en la función pública) o a plataformas, como la de Afectados por la hipotecas. Los líderes de las principales fuerzas parlamentarias piden a estos grupos que formen partidos políticos para presentarse a futuros comicios electorales. Algunos llegan a deslegitimar, de raíz, las actuaciones que llevan a cabo. Podemos discutir en otro momento en torno a esta cuestión. Pero han de tener claro que lo que ellos (nuestros gobernantes) ejercen es la democracia representativa, y que hay otras formas de democracia (participativa, directa, digital o como las queramos llamar) que pueden ser igualmente válidas. Porque democracia, en puridad, seguirá siendo “poder del pueblo” o, como dijo Abraham Lincoln, “del pueblo, por el pueblo, para el pueblo”.